No soy mercancia

He  hecho un  lapsus  en  mi proceso de: "Elisa  ponte las pilas contestando e-mails". Por que  habré contestado unos 20 e-mails con la misma manera  de hacer una  proposición.

 En dos lineas, a veces  en una sola, plagada eso sí de faltas de ortografía,  de  esas  que te hacen  sangrar  los ojos  cada BEZ K LAS BES (¿molesta  eh? ¡pues imaginaos  20 así!  ) la misma frase manida. Lo cual evidencia  dos cosas. 

1º Has llegado  aquí vete  tu  a saber  como. Has hecho un visualizado  rápido, muy pero que muuuuy rápido de mi blog. Seguramente sólo  a la primera página. Has visto un par de fotos, quizás un par de actualizaciones  y  tu mente brillante  ha pensado: ¡Oh! una  puta,  voy  a escribirle a ver si me la follo.

A parte  del  hecho bastante molesto y denigrante   que supone  el ser tratada  como  mercancía.  Nos lleva al siguiente punto  y a contestar la pregunta  recurrente de los mencionados e-mails.

2º  No te has  molestado  en conocerme, ni si quiera  en presionar  en la pestaña de presentación del blog. Evidentemente  si no te molestas  en  conocerme  y lo único que quieres es un polvo rápido... bye!,  conmigo no vas a conseguir  eso. 
Yo no  veo el sexo  así. Puede  que a un golpe  de vista  del blog si que lo pueda llegar a aparentar (lo dudo , pero bueno,  esa es una conclusión subjetiva) pero  si te molestas en conocerme, en leerme realmente conoces  a la Elisa  que  hay  detrás de lo que estas leyendo en estos instantes y  sabes  como  funciono,cómo me gustan los hombres, sabes  que  no quedo así  sin más. Sabes que si me propones eso así, de ese modo, con esas formas y esas faltas. No  vas a conseguir nada.

Así que antes de nada os invito a todos  a conocerme,  a releerme  y  a descubrir a la mujer que  hay detrás de lo que léeis y lo que veis.

¡Ojo!  con esto no estoy diciendo que  todos los que me habéis  escrito con  una temática similar   seáis  iguales. Éste mensaje  es única y exclusivamente para los e-mails  de una linea, ta vez dos  mal escritos. 

Y recordad  todos, no soy mercancía. Yo  pienso, luego  existo, luego YO elijo.

Besos, 

Elisa. 

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